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miércoles, 24 de marzo de 2021

Fútbol femenino. Mi experiencia.

 

¡Hola!

Bienvenidas y bienvenidos una vez más a "Conoce Educación Social".

Hoy os voy a hablar sobre el fútbol femenino y mi experiencia.

Como bien sabéis, el fútbol es un deporte que se practica entre dos equipos de once jugadores cada uno
Fuente: Pixabay

y es el deporte de equipo más practicado por mujeres en todo el mundo.
Generalmente se trata de un partido de 90 minutos, 45 cada parte y 15 minutos de descanso.
Hay algunas variaciones como pueden ser: fútbol sala y fútbol 7.
  • Fútbol sala. Se practica entre dos equipos de cinco jugadores cada uno y suele durar 40 minutos.
  • Fútbol 7. De igual manera, se practica entre dos equipos, en esta ocasión de siete jugadores cada uno. El campo es más pequeño que uno de fútbol 11 pero más grande que uno de fútbol sala.

El primer partido de fútbol femenino en España, se disputó el 8 de diciembre de 1970 en Villaverde, distrito de Madrid. Las crónicas periodísticas sobre este partido solo se centraban entre otras cosas de las piernas de las mujeres y de las diferencias tan grandes que supuestamente hay entre el fútbol femenino y masculino. A día de hoy, la visión que tienen los medios de comunicación sobre el fútbol femenino no es la misma que hace décadas pero, aún queda mucho por avanzar e este ámbito.

En 2004 el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación o más conocido actualmente como la FIFA, sugirió que las futbolistas deberían usar pantalones cortos más ceñidos y camisetas sin mangas para así crear una estética más femenina y atraer a más hombres como espectadores. Fue ampliamente comentado pero poco después fue tachado de sexista y machista por la prensa

Cada vez son más los comentarios despectivos y los insultos que llenan cada noticia, vídeo o tweet sobre fútbol femenino y las barreras que dificultan la participación de la mujer en este deporte cada día aumentan.

Fuente: Santa Teresa CD

Entre las barreras encontramos el poco o insuficiente respeto sobre la diversidad de identidades sexuales. Este aspecto supone una barrera al relacionar la orientación sexual y practicar dicho deporte. Muchas de ellas y de nosotras pedimos que no se asocien ambos factores ya que no tiene una relación justificada además de respeto hacia la privacidad de las jugadoras. 

Otra barrera que podemos observar en el día a día y no solo con respecto al fútbol, es la falta de apoyo de algunos padres y madres. Para algunas es un factor clave que facilita practicar este deporte, sin embargo existen numerosos casos de chicas que hasta cumplida la mayoría de edad no han podido practicar el deporte que les gustaba ante la prohibición de sus padres. Es posible que sea uno de los impedimentos que más afectan al venir de la familia.

El rechazo de la sociedad por practicar el fútbol siendo mujer también consta como barrera y en ocasiones no se da el paso a practicarlo por miedo al rechazo. Curiosamente, este rechazo no solo viene por parte de hombre que justifican que es un deporte de hombre, sino también por parte de mujeres.
La poca oferta de equipos de fútbol femenino es también un impedimento; en ciertas ciudades, pueblos o localidades no existe algún equipo femenino por lo que, dejan de jugar con equipos masculinos cuando llegan a los 11 años o tienen que recurrir a equipos de ciudades más grandes teniendo así que desplazarse.

Finalmente una de las barreras que más han sonado en estos últimos años es la remuneración inferior con diferencia de los jugadores de fútbol. 
Las jugadoras profesionales han mostrado su descontento por la situación económica en el fútbol femenino sabiendo que la mayoría no pueden vivir del fútbol como los hombres y tienen así, que compaginarlo con otro empleo. ¿Por qué un hombre puede vivir del fútbol y una mujer no?

Las jugadoras de los 16 equipos de Primera División protagonizaron en 2020 un paro masivo y por consecuente no se disputó ningún partido de los ocho que debieron jugarse.
Esta huelga, la primera de las futbolistas en España, mantiene su lucha por un convenio colectivo que pudiera regular su situación laboral. Tras trece meses de conversaciones su salida fue la convocatoria de paro indefinido para parar el inmovilismo en las negociaciones.

Las jugadoras exigían un salario mínimo, vacaciones, un plus de antigüedad y la inclusión de un protocolo de embarazo y maternidad entre otros.
Muchas deportistas retrasan su deseo de ser madres y así poder terminar su carrera profesional.

Algunas de las declaraciones fueron las siguientes:
"Reivindicamos aquello que creemos que nos merecemos; unos derechos y unas condiciones por las que muchas otras futbolistas también lucharon años atrás y que hoy nos permiten disfrutar de un mejor

contexto. Sin embargo, no es suficiente y debemos seguir construyendo y defendiendo el fútbol femenino español; si no lo hiciésemos, estaríamos siendo injustas con las futbolistas del pasado, del presente y del futuro", según 
Gemma Gili, jugadora del Levante. "Luchamos por dignificar esta profesión", en palabras de Maite Albarrán, del Sevilla.
"Si nos olvidamos de dónde venimos, dejaremos de valorar lo conseguido y tropezaremos por querer correr más de lo que la vida nos deja, perderemos la perspectiva y ya no sabremos ni si lo que pedimos lo debemos pedir poco a poco o ya. Pasamos de la voluntad bien dirigida a la obligación desvirtuada sin medir ni el cuándo ni el por qué. Y eso deja mucho daño en el camino. Muchos gestos, vida robada, empatía perdida, desgaste innecesario... pensad hasta dónde merece la pena seguir"

Las propuestas mínimas exigidas por las futbolistas chocaban con la propuesta de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino a la que pertenecen casi todos los clubes de la Primera Iberdrola.


Dos de cada tres futbolistas o mujeres que participan en la industria del fútbol, han sufrido discriminación en algún momento de sus vidas o de su carrera. Una encuesta refleja que el 66% había vivido en primera persona un caso de discriminación o desigualdad por el hecho de ser mujer y futbolista.

La mayoría de los casos quedan silenciados y tan solo el 12% fueron denunciados o al menos mostrados en forma de queja. Una de las formas más comunes de discriminación es a través del lenguaje que luego terminan por ser justificados como una broma que al final es un caso de menosprecio hacia el papel de la mujer en este ámbito.

Además de ser sufrido, el 34% de los que fueron encuestados aseguró haber presenciado estos actos en alguna ocasión pero más preocupante es que para un 82% haya supuesto un obstáculo en su carrera.

Otro dato positivo es que a día de hoy, gran parte de las mujeres se sienten apoyadas por los futbolistas y entrenadores.


Personalmente, me encuentro dentro de ese 66% que ha vivido en primera persona casos de discriminación.
A mí me ha gustado el fútbol desde que he tenido uso de razón y he aprovechado cada momento para practicarlo tanto en el colegio como fuera de él en ratos libres que tenía. 
A veces, la inocencia juega una mala pasada al pensar que los niños me dejarían jugar con ellos en los recreos, pero no siempre era así. Y no hay excepción, yo también recibí comentarios discriminatorios
Fuente: elaboración propia

por parte de mis compañeros de clase, de personas que ni siquiera conocía en la calle e incluso de algún que otro familiar.

En 5º de primaria decidí que era el momento de entrar en un equipo y hacer lo que más me gustaba en ese momento, jugar a fútbol. Actualmente puedo decir que tuve el apoyo de mis padres y era lo único que me importaba.
A raíz de esa decisión y de ese paso, empecé a jugar en el colegio con los de mi curso, lo cual parece una buena noticia pero, ¿realmente lo era?
No, no era una buena noticia porque para ellos parecía una amenaza que una niña jugara con ellos, por lo tanto en todo momento se me ponía a prueba para intentar ridiculizarme y que de esa manera dejara de jugar.
Aún así no dejé de jugar ni un solo día, sentía que no debía hacerlo porque por ser niña tenía el mismo derecho que ellos a jugar a lo que yo quisiera. 

Con la actitud que mantuvieron hicieron que confiara más en mí y continuara haciendo aquello que tanto me gustaba.

Sí, fui víctima de esa discriminación que tanto se intenta invisibilizar, pero yo también recibí comentarios totalmente fuera de lugar. Porque mientras a ellos se les aplaude, a nosotras nos caen cientos de comentarios por practicar un deporte como otro cualquiera.

Muchas de nosotras hemos optado por dejarlo a causa de la presión de tantos comentarios que, a largo plazo acaban afectando en mayor o menor medida, pero influyen.









2 comentarios:

  1. Hola Desi! Tanto la información que has aportado sobre el asunto como la forma de expresar tu opinión y experiencia me ha parecido excelente. Lo primero, decirte que coincido contigo en todo aspecto y a mí personalmente no me gusta este deporte pero si fuese al contrario me gustaría ser tratada de igual manera que los hombres. Por eso, os apoyo y coincido con vuestras reivindicaciones puesto que todxs deberíamos tener los mismos derechos. La verdad que sabía algo sobre esta injustica social, la cual afecta de una forma muy desfavorable a la mujer, pero sin duda tu redacción me ha servido para obtener mayor información y resaltar la importancia que merecen los tipo de situaciones que has comentado, por ejemplo, la discriminación continua hacia las chicas,(como tú bien dices, muchas veces hasta propias chicas critican), o el por qué una mujer no puede vivir de este deporte y a un hombre le sobra el dinero dedicándose a ello. Como ya dije al principio, en general, me ha parecido genial todo lo que has aportado. Un saludo compañera.

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  2. Hola Isabel!!
    Me alegra mucho saber que, aunque no te gusta este deporte, apoyas las reivindicaciones.
    En ocasiones no se tiene la información suficiente sobre este tema a causa de la discriminación que existe.
    Un saludo, y ¡muchas gracias por tu aportación!

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