Crítico 2.0

 

¡Hola!

Bienvenidas y bienvenidos una vez más a "Conoce Educación Social".

Esta semana me toca desempeñar el rol de crítico,  que consiste en realizar una crítica personal sobre algún tema de actualidad.

El tema seleccionado para este rol de crítico es el intrusismo laboral  en el ámbito de la Educación Social además de la invisibilidad de la misma.

"Se entiende por educador social, la persona que después de una formación específica, favorece mediante métodos y técnicas pedagógicas, psicológicas y sociales, el desarrollo personal, la maduración social y la autonomía de las personas, jóvenes o adultos incapacitados o desadaptados o en peligro de serlo. El educador comparte con dichas personas las diferentes situaciones espontáneas o provocadas de la vida cotidiana, sea dentro de las instituciones residenciales o de servicios, sea en el ambiente natural de la vida a través de la acción continua y conjunta con la persona o con el ambiente" La Asociación Internacional de Educadores de la Juventud en Dificultad (AIEJI) fue quien propuso esta definición de educador social al Consejo de Europa y a la Comunidad Europea en 1995.

El educador tiene un papel importante en situaciones de dificultad pero también asume una responsabilidad de tipo preventivo y con población normalizada, ocupándose de esta forma de las dos vertientes en las que trabaja la educación social: la intervención con personas marginadas o con riesgo de exclusión y la intervención con la población normalizada.

¿Qué es el intrusismo laboral?

Entendemos el intrusismo laboral como el ejercicio de una profesión sin contar con la titulación o autorización requerida. De hecho, en algunas ocasiones puede calificarse como delito.

Es la práctica de una actividad laboral sin contar con la preparación académica que esta exige.

Como educadores sociales no encontramos este problema a diario: ver que otras profesiones se "apropian" de nuestro campo profesional. A esto debemos añadirle la escasez de ofertas de empleo y que diferentes profesionales ocupan ese puesto dirigido a educadores sociales.

Los verdaderos perjudicados en este dilema son las personas que necesitan nuestra ayuda y nuestra formación. Por supuesto, otros profesionales de los social merecen un puesto de trabajo, lo que se quiere defender realmente es el intrusismo de otras profesiones en nuestro ámbito de trabajo.

Los educadores sociales no podemos ejercer otros puestos, ¿por qué se consiente esta situación ?

¿Un abogado puede ejercer de médico? ¿Y un bombero de profesor? Entonces, ¿por qué todo el mundo puede presentarse a empleos de educador/a social?

La Educación Social es necesaria para dar respuesta a aquellos que los demás han olvidado, porque ofrece segundas oportunidades a las personas. 

Es necesaria e importante porque no todas las personas tenemos las mismas capacidades y privilegios para adaptarnos; porque mediante algunos procesos se lucha por los derechos básicos de las personas; porque podemos inspirar a una persona para que cambie; porque podemos dar recursos y herramientas a una persona para que cambie; porque interviene en la realidad sociocultural y de este modo se puede mejorar; porque promueve el bienestar social y la mejora de la calidad de vida de las personas; porque es una profesión que intenta de hacer visible todo aquello que se esconde o aparta; porque es la profesión encargada de promover consciente y reflexivamente la práctica de valores sociales en el ámbito de las relaciones sociales y el ámbito ciudadano.

Porque nadie salva a nadie, pero nadie se salva solo, por eso debemos de luchas los educadores sociales. Por unas ofertas de trabajo dignas, por eliminar el intrusismo laboral, porque es lamentable que a día de hoy, en 2021 se discuta que quien ejerza el puesto profesional de educador/a social deba ser un Diplomado en Educación Social o no.

No se trata de una cuestión de orgullo, sino de respeto. Solo se pide la regulación de ámbitos de actuación y la eliminación del intrusismo exigiendo la titulación necesaria para acceder al puesto de educador social, tal y como se hace en el resto de profesiones